
Es el jueves 31 de Julio de 1941, estamos en Grafenwohr, y ha amanecido nublado. En el campo de instrucción de Kramemberg se encuentran 16.000 divisionarios. Bajo una leve llovizna, en mitad del campo un altar, orlado en rojo y gualda y escoltado por dos cañones. Tras el altar, mástiles con las banderas falangistas, tradicionalistas y germanas y una compañía de honor de la Wehrmacht y su banda. Mientras los soldados toman posiciones, tanto divisionarios como alemanes, y las tribunas se encuentran repletas con representantes de todos los estamentos del régimen fascista de Hitler suena música, hasta que ésta cesa con la aparición del General Friederich Fromm, representante del Führer en el acto. Acaba la misa de campaña que ha dado comienzo a las 10 de la mañana, llega el momento esperado, y en mitad de un silencio absoluto, Cochenhausen ha pronunciado la fórmula del juramento en alemán que, acto seguido, ha repetido en español el Coronel Jose María Troncoso Sagredo:
¿Juráis ante Dios y por vuestro honor de españoles absoluta obediencia al jefe del Ejército Alemán Adolf Hitler en la lucha contra el comunismo, y juráis combatir como valientes soldados, dispuestos a dar vuestra vida en cada instante por cumplir este juramento?
Al unísono las 16.000 gargantas españolas gritaron “¡Sí, juro!”. Entre ellos se encontraba Ángel Salamanca Salamanca, quién se ganó en Krasny Bor la Medalla Militar Individual y que no pudo tener su homenaje correspondiente cuando fue liberado del gulag soviético en 1945. Y tuvo que esperar pacientemente hasta el 18 de Julio de 1998 a que se le impusiera la Medalla Militar Individual y en 2004 a recibir un homenaje en pleno 12 de Octubre. Una muestra más de nuestra “democracia” y su particular insistencia en honrar y demostrar la gratitud que siente ante tal ejemplo de “héroe”.
¿Año 1998? ¿2004 dicen éstos? ¿Un homenaje a alguien que juró fidelidad a Hitler en plena democracia? ¿Se han vuelto más chalados los de la RSA de lo que ya estaban? No queridos lectores, no. Y tuvo que ser el showman y divertido José Bono, entonces Ministro de Defensa, quien promovió este acto de reconciliación con ocasión del desfile de las Fueras Armadas del 12 de Octubre de 2004 en plena Castellana de Madrid. Ángel Salamanca recibió su homenaje en presencia del desfile del Día de la Hispanidad presidido, como todos lo años, por los Bobones de España.
Finalizamos despidiéndonos por hoy con una cita de ese portento de la raza aria que era Adolf Hitler, en referencia a los españoles y destacando, entre otras, su capacidad de sacrificio y valentía, que para Hitler venía a ser“capacidad para hacer lo que yo les diga y morir por ello sin darle muchas vueltas”. Nosotrxs siempre lo hemos llamado “incapacidad mental”.
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| Angel Salamanca, de rodillas abajo a la izquierda |
Vamos, para sentirse orgulloso no, lo siguiente. De ser español, de ser anticomunista, nacional socialista, ultras sur y lo que tú quieras. Después de que Hitler me llame guarro, vamos…Lo que haga falta.
Ah, se nos olvidaba. Afortunadamente, el asqueroso este del Ángel Salamanca murió poco después de recibir el homenaje en 2004. Se ve que era lo que le faltaba para morir feliz al muy hijo de puta.
¡¡¡MUERTE AL ESPAÑOLISMO!!!
¡¡¡VIVA EL COMUNISMO!!!

